UN MENSAJE DULCE Y AMARGO DESDE LOS ANDES

Seamos el cambio para la humanidad y la humanidad tendrá la oportunidad del cambio hacia a la verdadera espiritualidad.

Un mensaje de luz y esperanza que proviene de un maestro o maestra, es como la Pachamama que espera el calor del sol manifestada de Pachakamaq. Una palabra dicha en su tiempo y espacio sagrado, calma el corazón y tranquiliza la mente de aquel estudiante o persona que escucha con atención…

En la mayoría de las veces los estudiantes o personas que están emprendiendo un nuevo camino espiritual Andino, no están familiarizados con muchos detalles y aspectos de la espiritualidad Andina y los maestros que lo representan, por ello el estudiante entra a un nuevo mundo de conocimientos y saberes, para seguir aprendiendo en su estudio y practica constante; es por ello que en su mayoría los discípulos (as) Andinos(as) en cualquier línea espiritual andino, necesitaran una serie de instrucciones y enseñanzas como parte de la guía de su maestro. El maestro o la maestra en muchos casos viene a ser el ejemplo a seguir para el resto de los seguidores, no por gusto el maestro(a) se esfuerza en su constante crecimiento y desarrollo espiritual... Por el bien de los hermanos y estudiantes los maestros tienen que cumplir con una serie de responsabilidades, a pesar de que son imperfectos como cualquier ser humano, con el único interes de cuidar la integridad en su espiritualidad y su “Willka Khurku” (sus cuerpos sagrados) de sus estudiantes y las personas, por ello el maestro Andino ya sean: Paqos (Alto Misayoq o Pampa Misayoq) - Chaman, Hampi Kamayoq, Hamaut’a, Inka etc. es responsable de lo que dice y hace ante los estudiantes y personas que lo rodean.

Todo maestro enseña con buenas informaciones y prácticas espirituales, pero es el maestro quien debe ser el primero  en ser “Nuna Poqosqa” (Maduro espiritualmente) ante sus discípulos; cuando una persona o estudiante decide hacer o decir algo que aparentemente amenaza a la posición o el ego del maestro o maestra, en ese caso tener “madures Espiritual” es manejar la situación con amor y sin enojo. El maestro no se sentirá como enemigo de las personas o sus estudiantes, tomara las cosas sin sentimientos de superioridad o sin  la soberbia… incluso el maestro debe estar abierto  sinceramente a ayudar y soportar a los que necesitan de su ayuda, así mismo tendrá el deseo sincero de mantener unido el ayllu y en el ayllu, esto multiplicara las buenas acciones y decisiones dentro de la comunidad de hermanos; es más cada estudiante se da cuenta la diferencia que existen en los maestros y Ayllus o comunidades, debe sentirse libre y sin impedimentos de explorarlos, para que en su carne propia viva y experimente lo que significa lo dulce y amargo de cada Maestro o Ayllu. Solo así sabrá por su propia experiencia así como estar preparado para afrontar los problemas espirituales y energéticos, en cualquier situación que se presente. Pero “ojo” eso no quiere decir que perderá la cordura y la lealtad a su maestro o comunidad, más al contrario entenderá con amplitud a los maestros y por ende a los ayllus.

Por el tiempo difícil que estamos viviendo espiritualmente y por los cambios del Pacha, donde la actual sociedad tiene sus propios leyes y principios que no necesariamente concuerdan con los principios espirituales Andinos, muchas personas, en especial algunos estudiantes se ven confundidos con las enseñanzas e incluso con los maestros, sin entender con claridad el camino espiritual al que ha decidido seguir. Por estas y otras razones, animo con fervor, a los hermanos y maestros Andinos en cualquiera de sus áreas espirituales que se encuentran en diferentes lugares, incluido los otros países donde existen estudiantes y maestros de ciertos niveles… ¡sean Humildes tanto mentalmente como espiritualmente, sean mansos como la Pachamama, sean de claro juicio espiritual, sean rectos de corazón, sean amables y suaves con sus estudiantes y con todas las personas que los rodean, no se sientan superiores o más que otros, porque nuestros superiores son Wiraqocha y los Ángeles a quienes tenemos que rendir cuenta…!. Seamos como el Dios Wiraqocha, quien siendo un ser supremo, se humillo ante los hombres Andinos de la antigüedad, pero firme en su sendero sagrado, hasta el grado de probar con el fuego a los verdaderos discípulos y maestros Andinos (Hamaut’as).

 

Por: Rodolfo Ttito C.

 

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